jueves, 25 de noviembre de 2010

Hacer un Alem






Desde que comenzamos a tener autonomía, a salir solos, allá por los setenta, muchas veces – por necesidad o simplemente por gusto – transitamos la parte comercial de la Avenida Alem, el lugar donde hay mayor concentración de negocios y de personas.

“ -¡Vamos a hacer un Alem! – decía cualquiera de nosotros y casi de inmediato emprendíamos la marcha hacia esas tres cuadras, que comienzan en la intersección con Dardo Rocha o Arana y finalizan en el cruce con Cardeza o Rotta.

Suponemos que si nos tocara estar lejos de nuestra querida Monte Grande durante mucho tiempo, la imposibilidad de “hacer un Alem” se contaría entre las carencias más dolorosas que la distancia depara.

En un principio la imaginamos de tierra, claro, pero no tenemos fotos que la muestren en ese estado; luego fue adoquinada. Cuando dejó de ser doble mano, estimamos que alrededor de los años sesenta, el sentido de circulación era inverso al actual: los vehículos se movían únicamente en dirección a la Plaza Mitre.

Luego taparon el adoquinado y quitaron los árboles.

Creemos que, desde los ochenta hasta ahora, la parte comercial de la Avenida Alem no ha variado mucho.

¡Y en estos días ha cobrado fuerza, nuevamente, el debate acerca de la conveniencia o no de volverla peatonal!

Te queremos, Alem.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Mueblería Bernardo




Estaba ubicada en Alem 299. Desde su inauguración, el 1 de diciembre de 1967, llamó la atención de los montegrandenses por sus grandes dimensiones, su novedoso diseño y un subsuelo que podía observarse desde las vidrieras que daban a la calle.

En ese subsuelo había, también, muebles en exposición para la venta.

Durante la década del ochenta – no podemos precisar el año – ocurrió un incidente que pudo tener serias consecuencias: durante una actuación, en carnaval, de la banda Viuda e Hijas de Roque Enrol, la fuerza de la multitud que se apretujaba en las veredas de Alem hizo romper uno de los grandes vidrios del frente de la mueblería. Cuentan que hubo gente herida y hasta algún desprevenido siguió de largo, en caída libre, hasta el referido subsuelo.

La mueblería cerró sus puertas definitivamente en 1989 y poco después comenzó a funcionar una galería con el mismo nombre.

Actualmente, se encuentra en el lugar la sucursal de una importante cadena de electrodomésticos. Cada vez que ingresamos allí, estamos tentados de preguntar qué extraños objetos atesorará hoy ese sótano, que ya no está a la vista.

Las fotos muestran: al local antes de ser inaugurado, el día de la inauguración y la galería que se abrió luego del cierre de Bernardo. (Gracias Stella, Berta Galler y Gustavo Albanece por las fotos.)